El barrio de San Isidro está en fiestas. Este año ha condensado el grueso de actividades el sábado y así evitar hacer coincidir parte de su programación con la Romería de Pentecostés que se lleva a cabo el domingo. El pistoletazo de salida lo dio en la noche del viernes su pregonera, Victoria Pérez Pedreros.
Un acto sencillo, realizado en la ermita de San Isidro, al que asistió el primer edil, Leopoldo Sierra y un buen número de concejales de la Corporación Municipal. Primeros bancos que también estuvieron ocupados por la junta directiva de la Hermandad de San Isidro y de la asociación de vecinos del barrio.
A la pregonera, que confesaba estar un poco nerviosa, le unen más de 40 años de vivencias y recuerdos en este vecindario en el que se crió y en el que continúa viviendo.
Hija menor de una familia numerosa de siete hermanos, Victoria Pérez Pedreros nació en la calle Madrid esquina con la calle San Isidro, tal y como señaló en su pregón, donde la niñez y los juegos tradicionales protagonizaron la mayor parte del mismo. “Antes por aquí había muchos campos, apenas había coches y recuerdo estar siempre en la calle, jugando a la goma o a la tala; teníamos más libertad y no existían tantos peligros como hoy en día”, aseguró Pérez.
De las fiestas en torno al patrón, San Isidro, Victoria subrayó que lo que más le ha llamado siempre la atención ha sido “la gran cantidad de gente que acudía a la verbena a bailar y a todos los actos que se organizaban”. Por ello, alabó la labor que realizan tanto la hermandad como la asociación de vecinos para que estas fiestas continúen y “consigan mantener unido a un barrio como éste”, concluyó la pregonera. Acto seguido, el presidente de la asociación vecinal, José Prado, le entregó una placa conmemorativa.
El acto estuvo presentado por Mari Carmen Martín Consuegra, miembro de la asociación, que en nombre de sus compañeros, y en especial del grupo de cocineros, tuvieron un emotivo homenaje para una de sus compañeras y vecinas del barrio recientemente fallecida. De este modo, la familia, visiblemente emocionada, recibía una rosa. Un gesto que hizo que afloraran varias lágrimas entre los vecinos y daimieleños presentes en la ermita.
Debido a las inclemencias del tiempo y a las bajas temperaturas, el espectáculo de baile se suspendió y se pospuso para amenizar el mediodía del sábado, tras el primer día festivo en el que también quedaron inauguradas las diferentes atracciones infantiles.
La gastronomía y los concursos protagonizan el sábado en San Isidro
La jornada comenzaba en torno a las 11:00 horas con los tradicionales juegos infantiles en los paseos del parque. Amplia participación de los más pequeños que se afanaron en ganar concursos de fuerza con la cuerda, de habilidad con la bicicleta y las anillas, entre otras propuestas. Durante la mañana también ha habido tiempo para el dibujo y la pintura con el 10º concurso infantil en el que la estación de trenes y el paisaje de las casas que se sitúan alrededor han protagonizado el tema.
A continuación, se ha desarrollado la original competición de enhebrar agujas, que se organizaba por segunda vez. En ella han participado 19 personas donde Almudena Velázquez ha sido la vencedora con un récord de 54 segundos. La prueba consistía en enhebrar 5 agujas en el menor tiempo posible y donde varias participantes aseguraban que “para hacerlo bien es imprescindible tener buen pulso y agudeza visual”. Las tres primeras clasificadas han recibido tres placas, dos pases para la Piscina Climatizada de Daimiel y una sesión de peluquería a manos de la profesional Cristina.
Cerca de la hora del vermú ha tenido lugar el concurso de tortillas en el que los vecinos pugnan por realizar la mejor tortilla y donde Rosa Angélica López Tercero se alzaba con el triunfo. Lo ha hecho con una jugosa tortilla por la que ha recibido un plato de cerámica, realizado por el artista Budy, un premio que también recibían el segundo y tercer clasificado.
Tras la entrega de premios en los diferentes concursos, en torno a las 14:30 horas, se celebrará la tradicional comida popular que organiza la asociación del barrio. En ella se han empleado 75 kilos de arroz, 60 de carne de pollo y unos 40 de marisco variado, todo ello se ha convertido en una gigantesca paella para más de 700 personas y con la que se han recaudado fondos y alimentos no perecederos para la congregación de los Padres Pasionistas en Daimiel.
Así se ha desarrollado buena parte de la jornada sabatina, con un gran ambiente y una amplia asistencia de daimieleños y donde también, por tercer año consecutivo, la hermandad de ‘Los Blancos’ ha instalado un chozo con el que recaudar fondos y seguir sufragando su casa de hermandad.
Deja un comentario