Éxito y buenas críticas para la compañía Yllana Producciones y su representación en Malagón de su obra Maestrissimo ( Pagagnini 2)
El pasado sábado, día 19 de noviembre, con el Teatro Cine Edu prácticamente lleno, la compañía teatral Yllana Producciones representó su obra Maestrissimo ( Pagagnini 2) una historia allegro e molto vivace, que está a mitad de camino entre el concierto de cámara, la comedia satírica y el retrato de época.
En Maestrissimo se cuentan las aventuras y desventuras de un cuarteto de cuerda que vive en un momento indeterminado entre los siglos XVII y XVIII, en el punto de inflexión entre el Barroco y el Neoclasicismo.
Su objetivo es abrirse paso en la escena musical con un intéprete de relleno, un segundón sin apellidos pero con un talento descomunal, que quiere progresar en el escalafón y alcanzar el título de maestrissimo, y se adentra, para ello, en la vida cortesana, en territorios que le resultan desconocidos.
¿Será suficiente su genialidad para hacerse un hueco en un mundo tan jerarquizado? La pregunta sirve a Yllana, la icónica compañía de humor gestual, para abordar temas relacionados con la ética, la creación, la originalidad y el valor del arte en la sociedad, y para repasar momentos cumbre de la historia de la música: como The Opera locos, que obtuvo el Max al Mejor Musical 2019, en Maestríssimo (Pagagnini 2) la música culta es fuente de comedia, aunque el precedente más directo de este espectáculo es Pagagnini, uno de los grandes éxitos de Yllana.
Esta deconstrucción de todo puritanismo estilístico toma a Bach y a Vivaldi como referentes, y avanza por Mozart, Brahms, Beethoven, Sarasate y, cómo no, Niccolo Pagagnini. Así, suenan Asturias, de Issac Albéniz; la 5ª Sinfonía, de Ludwig van Beethoven; Danzas húngaras nº 5, de Johannes Brahms; o el Danubio azul, de Johann Strauss; obras, todas ellas, que están en la base de cualquier género musical. Pero también se interpretan versiones de Enter Sandman, de Metallica; Roxanne, de The Police; La lista de Schindler, de John Williams; y hasta Politonos sin tono ni sono.
Los violinistas Eduardo Ortega e Isaac M. Pulet, y el chelista Jorge Fournadjiev, un trío que los espectadores ya conocieron por sus interpretaciones en Pagagnini, conforman el elenco junto con el violinista Jorge Guillén Strad. David Ottone y Juan Ramos dirigen la batuta en la propuesta, que redondea un cuidadísimo vestuario, diseño de Tatiana de Sarabia y con una estética preciosista en la que los personajes se mimetizan con sus instrumentos, y que parte de la moda palaciega del siglo XVIII.
La concejala de cultura, Beatriz Gutiérrez Domínguez asistió a la obra acompañada de otros concejales y concejalas de la Corporación Municipal.
Sin duda y escuchando los comentarios de las personas que tuvieron la fortuna de asistir a esta representación, mereció mucho la pena.











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