Malagón. El Atlético Teresiano consigue una justa victoria ante la UD Campillo por 1-0
Llevo mucho tiempo pensando que una de las razones por las que Álvaro Huertas es uno de los mejores entrenadores de esta liga de Primera Preferente y por las que el Teresiano es un ejemplo de casi todo, es porque se equivoca mucho.
Así, sin cocer ni meditar quizá parezca una aseveración bastante exagerada.
Por dos cosas: Porque quizá, a ojos de otras personas no lo sea (de los mejores digo) y quizá, para casi todos, no se equivoque tanto.
Sea como sea y como yo soy el que tiene la fortuna de tener un espacio para opinar aquí en las redes sociales, me reafirmo y pienso que se equivoca bastantes veces, como humanos que somos, y que es uno de los mejores entrenadores, porque su trabajo y sus resultados desde que cogió hace ya casi tres años al equipo así lo han demostrado.
Tenga razón quien la tenga y sea o no de los mejores, lo que todo el mundo sabemos es que es un técnico que no tiene miedo a tomar decisiones. Las está tomando constantemente en cada partido, como ayer cuando necesitábamos marcar, o para adaptarse al equipo contrario, al contexto de la competición, que es diferente a la del año pasado, a los jugadores que tiene disponibles y al desarrollo de cada partido.
Y es que tras un inicio de liga más o menos ramplón o quizá casi timorato, definitivamente le hemos cogido el aire a esta competición.
¡Ojo! Porque nadie está diciendo que esté ya todo hecho. Nos queda un largo y difícil camino hasta la salvación. Solo digo que en los dos últimos meses podemos tutear a quien se ponga por delante, sea en el campo que sea.
Claros ejemplos son que la semana pasada competimos de tú a tú al tercer clasificado en San Clemente, dejando una gratísima impresión, incluso en los directivos del equipo conquense (por cierto, ayer ganó en la casa del temible Huracán de Balazote) y por supuesto la victoria, trabajada y muy merecida, en casa ante la UD Campillo.
Y es que, afortunadamente y a diferencia de principio de temporada, cuando surgen las ocasiones, las aprovechamos.
Para mejorar y avanzar, Álvaro tuvo que retocar ciertas tendencias e iniciativas que nos llevaban a fallar por pura estadística y principalmente por la falta de confianza en su juego que algunos jugadores han tenido. Y claro está, en las nuevas probaturas aparecen esos errores, pero también aparecen las mejoras y con ellas los goles y los puntos.
Cuando he hablado sobre lo mucho que se equivoca nuestro míster, lo he hecho desde el cariño y la más profunda admiración que me produce un tipo que ha conseguido hacer un piña muy conjuntada y casi inaccesible al exterior.
Hay que equivocarse para acertar. Creo que una vez lo contó en una entrevista el gran Michael Jordan que decía “He fallado una y otra vez en la vida, por eso he alcanzado el éxito».
Dicho esto y tomado el tiempo más que justo y necesario para rendir pleitesía al director general de este buen equipo de fútbol, nos disponemos a contar lo que sucedió ayer en el Félix Barrero en una desapacible tarde que impidió que el recinto registrase una gran entrada, aunque tenemos que decir, que los que asistieron y aguantaron el aguacero del principio pudieron disfrutar de un gran encuentro de fútbol, con el resultado que más nos gusta, la victoria. Una victoria que hace que sumemos 23 puntos y que nos hace encarar, a falta de un partido para la conclusión, la segunda vuelta con muchísima ilusión.
Nico, Fran, Miguel, Jesús David, Saúl, Arturo, Fernandillo, Quique, Manza, Elías y Pesca partieron de inicio para enfrentarse a un buen equipo llamado la UD Campillo, de Altobuey.
El partido comenzó condicionado por un claro protagonista: La lluvia que había conseguido que el estado del terreno de juego estuviese más bien pesado, con el desgaste consiguiente para los jugadores que aún andaban un tanto mermados por el cansancio del día de San Clemente.
El Campillo comenzó a defendernos con la defensa más bien adelantada, bloque medio, que se dice ahora, aunque a veces y en determinadas ocasiones subían un poco la intensidad de la presión y adelantaban sus líneas.
El Teresiano encontraba los huecos en las espaldas de los defensas, porque el Campillo fallaba bastante en los achiques y así, en el minuto 23, un gran pase de Jesús David encontró a Pesca que lanzó alto con el exterior.
En esos primeros minutos de lucha encarnizada en el centro del campo, comenzamos a ver la aparición de un titán llamado Fernando García González, aparte de los balones que recuperó y del juego que repartió, hay que hacer un inciso aparte para señalar la cantidad de espacio que abarcó y los kilómetros que recorrió.
También hubo tiempo para prepararnos para defender a algunos jugadores del Campillo. Nos llamó la atención la calidad de Guillermo García, un jugador de corte muy fino y rapidísimo, Gabriel Cortijo que llevaba toda la manija y de Nacho Saez.
El aire y el estado pesado del terreno de juego no permitía muchas fornituras y por eso en un balón perdido en el medio campo, Manza, que estuvo intermitente y que no pudo desarrollar en buen juego que realizó en San Clemente, lo intentó desde lejos.
En las jugadas a balón parado sufrió la UD Campillo y en cada corner que lanzaba el Teresiano se podía “oler” el peligro ya que su portero, Moya, no andaba muy fino por arriba.
El Teresiano estuvo muy bien plantado con los dos laterales ( Fran y Saúl) muy bien situados y Jesús David y un gran Miguel dando la sensación de mucha seguridad en todas sus acciones. Tuvimos que esperar hasta el minuto 39 para que el Campillo diese muestras de su potencial en un tiro de Guillermo que Nico atajó sin problemas.
El factor Huertas:
En el segundo tiempo ambos entrenadores movieron el banquillo, por el Teresiano salieron Raúl Menor y Silvio.
Es verdad que la ausencia en el segundo tiempo de Arturo desestabilizó, durante los minutos que tardó Raúl en hacerse un hueco al lado de Fernandillo, al Teresiano, pero el equipo se estaba armando para el siguiente cambió que haría que todo cambiase.
Durante estos minutos de ajuste el Campillo se estiró y Moratalla en su primera acción tiró al larguero sorprendiendo a Nico que estaba un poco adelantado.
Después se lesionó Pesca y le sustituyó su hermano Gonzalo.
Álvaro Huertas recurrió a nuestra defensa de 3 con dos laterales muy largos, con Saúl creciendo exponencialmente, tres cerrojos, Jesús David, Miguel y Gonzalo, que cada vez que sale pone encima de la mesa un catálogo de experiencia, saber estar, pundonor y remates de cabeza como el que ayer realizó nada más salir, llevando el balón al larguero.
Tres mediocampistas entre los que destacó, y de que manera, Fernandillo, que se pasó todo el segundo tiempo robando balones y erigiéndose en amo y señor del partido…Nos recordaba otra vez al Señor de los Anillos…Uno para gobernarlos a todos. ¡Nos quitamos el sombrero Fer!
También ayudó que Raúl había cogido el tono necesario para distribuir, que Quique que se había vaciado a correr, en la primera parte, comenzó a poner esa calidad tan suya en los controles, en los regates y desnivelando la balanza de la calidad para las filas teresianas.
Elías comenzó a realizar centros peligrosos y arriba esperaba uno de los de siempre: La experiencia al servicio del Atlético Teresiano; El gran Silvio, que bajó el balón cuando hizo falta, se asoció, otorgó el necesario tempo al partido y consiguió un gol legal que el árbitro anuló al considerar que el bueno de Silvio había molestado al portero cuando en realidad fue su propio defensa quien lo desniveló.
Sea como fuere el gol no subió al marcador, aunque el equipo local comenzaba a carburar mejor y a llegar con más insistencia a la meta conquense.
Aunque el Campillo no se achicaba y a través del mejor jugador de su equipo, Guillermo volvía a tirar al poste, cuando el Teresiano parecía volcarse en busca de la victoria.
La respuesta de los nuestros no se hizo esperar y Elías lanzó una falta desde 35 metros que a punto estuvo de colarse en la portería y que repelió Moya. En el corner llegó el mencionado anteriormente, remate al larguero de Gonzalo.
EL CÁNTARO YA ESTABA CASCADO…
Y claro tanto fue a la fuente que al final se rompió: Fue en otro corner centrado por Elías y tras varios rechaces; el balón le llegó a Miguel que marcaba el 1-0 haciendo justicia al marcador y a una actuación individual perfecta en la que no cometió ningún error. Perfecto el partido de Miguel.
A partir del 1-0 llegaron los mejores minutos del Teresiano.
Saúl, que volvió a realizar un extraordinario partido y que cada día se siente más cómodo en el campo, centro el balón al área tras un bonito autopase… el rechace posterior lo cogió Fer que le puso una perita en dulce a Silvio. Después de un control gourmet, marca de la casa, Silvio buscó el gol con un tiro raso y ajustado, de esos que le convirtieron en referencia del fútbol provincial. El pie providencial de Moya evitó el 2-0. Fue una lástima porque Silvio tenía en la grada a un amigo de los buenos de verdad y la dedicatoria habría sido para él y para alguien muy querido, aunque el fútbol le debe una, y el gol llegará si o si. David 😉
En la carrera de la siguiente ocasión del Teresiano, el bueno de Fran hizo un recorrido fantástico en un contraataque con en el balón pegado a sus pies durante 70 metros. Todo el estadio, menos él, había visto a Silvio y a Saúl solos en la parte izquierda del campo, pero Fran, que no alzó la cabeza en toda la carrera, fruto des descomunal desgaste que había realizado en lo físico, decidió darle el balón a Jesusito que acababa de entrar. Habría sido de nuevo el 2-0 pero el marcador ya no se iba a mover.
Tampoco en el brutal testarazo de David Talaya que obligó a Nico a realizar un paradón, en un balón que se colaba por la escuadra.
De ahí hasta el final destacar, la entrada de Burgos para dar aún más seguridad a nuestra defensa y la pelea constante de Jesusito que realizó, con creces, la mejor actuación de la temporada y que debe mirarse en ese espejo, sosegarse y encarar con tranquilidad los minutos que le vayan llegando.
También y como no la tremenda exhibición de Fernando, del que ya hemos hablado y que a esas alturas de partido no iba a dejar ningún cabo suelto. Todos los balones fueron suyos.
El partido llegó al final de los 90 minutos y los tres puntos se quedaron en casa. No sabemos si podemos definir con palabras las proezas de este equipo en esta súper liga de Preferente. Casi podemos asegurar que nuestros chicos son el único grupo de jugadores que no percibe retribución económica alguna por jugar los partidos. Y su esfuerzo titánico cada semana consigue el equilibrio ante grandes presupuestos de clubes más poderosos.
El camino sigue siendo muy difícil y nos quedan 19 partidos contra esos equipazos. Que nadie dude que vamos a dar lo máximo para seguir ilusionando a los nuestros y para que el año que viene volvamos a disfrutar viendo fútbol en Malagón, con equipos tan buenos como el Campillo.
¡Vamos Teresiano!



















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