Malagón. El partidazo del Teresiano Juvenil frente a un gran Sporting de Daimiel acabó en empate a cero

¿Quién dijo que sin goles no hay paraíso? En fútbol, existen determinados detalles que marcan la pauta a seguir y muchos de los aficionados que van a los partidos valoran como ha sido el partido que han visto en virtud de si los equipos han conseguido goles o no.
Me encanta la aseveración latina “Craso error” Marca pautas y distingue al que acierta del que falla y todo porque un un general llamado Craso cometió un error de tal calibre, que provocó una de las derrotas más graves del Ejército romano.
Pues eso, “craso error” de quienes piensan que sin goles no se puede disfrutar.
El pasado sábado en el Félix Barrero, los espectadores que tuvieron la fortuna de asistir al partido que enfrentaba al Atlético Teresiano Juvenil y al Daimiel Racing Club pudieron corroborar, de primera mano, lo entretenido que puede ser un partido sin goles, en el que la igualdad, la competitividad, el reparto equitativo de talento individual y poderío físico desemboca, inevitablemente, en tablas (de Daimiel 😉)
Un 0-0 en toda regla, que lejos de aburrir al personal divirtió y de que manera a los aficionados de uno y otro equipo.
No se puede establecer con claridad que equipo comenzó dando, quizá ambos en una encarnizada lucha en el centro del campo, quizá ninguno porque los dos equipos se tenían un enorme respeto. Sea como fuere así sucedió:
Antonio Garrido puso en liza para este importantísimo partido contra el segundo clasificado a Gaspar, Iván, Dani Tapiador, Marco, Saif, Jorge García, Diego Sobrino, Tomás Ruiz, Ilías, Trevi y Nacho, con una novedad importante que era la incursión de Saif en el once inicial, y es que el esfuerzo y la constancia del joven Saif se ha ganado la confianza del entrenador local, tras muchos intentos de gestionar su ficha que por fin se ha logrado tramitar.
No exageramos si decimos que el ritmo era hipnótico, el balón se desplazaba de campo a campo movido a una velocidad sideral por jóvenes que bien podrían haber sido componentes de sus equipos senior, tal y como sucede con Trevi, Tomás o Nacho por parte del Teresiano o con Ahmed y Rubén Ramírez de Arellano por parte del Sporting Daimiel.
La velocidad en el juego ejercía un extraño poder de seducción o influjo hacia el público Yo no habría sabido apostar que equipo se iba a llevar el “pato al agua” porque ambos tenían credenciales suficientes como para desnivelar la balanza hacia uno u otro lado.
En esta batalla por la posesión y por ver quien se hacía dueño del partido destacaron, tal y como hemos dicho Ahmed y Rubén Ramírez por parte visitante y Tomás Ruiz, Ilías y Nacho por parte local.
La lástima fue, que cuando parecía que se iba a decantar a favor del Teresiano, Tomás se rompió…
Así que el dueño de las obras de ingeniería de los juveniles del Teresiano tuvo que abandonar el terreno de juego.
SEGUNDO TIEMPO
En su lugar entró Javichu, al que minutos más tarde y tras la reanudación del partido tras el descanso le siguieron Rubén Blázquez, Diego Balmaseda y Afro Santos.
El partido continuó jugándose a un ritmo frenético y los únicos límites físicos que existieron fueron los que se impusieron los propios jugadores.
Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaron con mayor dominio del Teresiano y con la aparición, tras el lógico desgaste motivado por el derroche físico, de tímidas oportunidades para los nuestros.
Pero una decisión, un tanto discutible del colegiado del encuentro, trajo consigo la injusta expulsión, por una entrada que no entrañaba tanto castigo de Ilías. Y claro, en un partido tan igualado, la desigualdad de componentes empañó la mejoría de los nuestros tras el descanso.
Lógicamente “reculamos”. No vayan a creer que nos encerramos atrás del todo ni nos colgamos de la portería, pero si que retrocedimos unos metros. Fue ahí cuando apareció el buen hacer de nuestra defensa y la espléndida tarde que tuvo Gaspar, que en una de sus mejores actuaciones mantuvo a cero nuestra portería ante un gran equipo como es el Sporting de Daimiel.
Cuando quedaban tan solo cinco minutos para el final del partido, apareció nuestra “rabia” , nuestro orgullo y nuestra calidad.
Como si de un truco de magia se tratase Trevi tuvo una ocasión muy buena para adelantarnos y después en otra mucho más clara, Rubén se quedó solo delante del portero, pero el destino ya se había decidido y este partidazo de fútbol iba a concluir con un justo empate.
Esta vez no sucedió aquella divertida y entrañable situación de cuando jugábamos en el patio del colegio; aquella ley no escrita del que primero que marcase ganaba el partido. Había un vencedor del encuentro pero no era ninguno de los dos equipos y si el público asistente que se divirtió muchísimo, disfrutando de un gran partido de fútbol, incluso con el 0-0
Es justo reconocer evidencias y nosotros siempre nos caracterizamos por reconocer la valía de nuestros rivales. El Sporting de Daimiel es un equipazo que ocupa la segunda posición en la tabla justamente, así que nos enorgullecemos de haber competido tan de tú a tú frente a ellos.
También y como siempre toca felicitar a los nuestros, fueron unos guerreros y demostraron lo que llevan haciendo toda la temporada. JUGAR A FÚTBOL con mayúsculas y representar con orgullo la camiseta del Atlético Teresiano ¡Vamos!
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