Malagón. El Juvenil del Atlético Teresiano consigue un punto en Santa Cruz de Mudela en un partido muy incómodo con el público como protagonista (1-1)
Vamos a comenzar esta crónica hablando de un problema endémico que se extiende cada semana por muchos campos de fútbol de España, aclarando que no vamos a generalizar con la mayoría del público de Santa Cruz de Mudela y los visitantes de Malagón, que tuvieron un comportamiento ejemplar, pero si haciendo un inciso con un pequeño grupo de los llamados “los de siempre” que profirieron gritos, insultos, animaron para que se produjesen agresiones e incluso fueron “protagonistas” de la suspensión cautelar durante cinco minutos del partido que se jugó en Santa Cruz de Mudela entre los juveniles del Atlético Teresiano y los juveniles del Santa Cruz.
Y es que mientras los 22 contendientes del encuentro realizaban un interesante partido de fútbol, intentando ganar el partido y respetando al rival (De hecho, al final del partido hubo saludos entre ambas plantillas) ese grupo de personas, por llamarles de alguna manera, incluso tuvieron que ser evacuadas del campo por la Guardia Civil empeñándose en fastidiar una fiesta del fútbol.
Porque los padres, tíos, amigos, hermanos de futbolistas quieren lo mejor para sus hijos, porque son sus familiares más cercanos y porque creen, y están en su derecho, que sus hijos, amigos, primos o vecinos son los mejores futbolistas del mundo, sin pararse a pensar que lo que menos necesita un joven es decirle si es bueno o no en el campo, o como se tiene que comportar para brillar, ser ensalzado en una crónica o simplemente animarle para hacer una falta o “romperle una pierna a la próxima y ya verás como espabila”… y es que muchos no saben, porque nadie se lo ha explicado nunca, que lo que un chaval necesita es ser animado en su esfuerzo, cuando lo hace bien y cuando falla y sobre todo necesita ser aconsejado para mejorar como personas, porque el principal valor de una persona en el deporte es mejorar como humano, a través del respeto y del esfuerzo a sus adversarios y sobre todo conocer cual es el papel de los futbolistas en esas edades.
Dicho esto, porque era necesario y porque la conducta de algún indeseable incidió directamente en el devenir del desarrollo normal del partido vamos a ceñirnos a lo que ocurrió en el estado San José de Santa Cruz de Mudela el pasado sábado, 18 de marzo.
Los de Antonio Garrido se presentaban en Santa Cruz sabiendo y conociendo la dificultad que entraña jugar allí, porque tienen un gran equipo de futbolistas veteranos que sobre todo en su campo son muy difíciles de vencer.
Aun así, el Atlético Teresiano quiso ir a por el partido y bordó el fútbol en muchas facetas del partido, hasta que comenzaron los incidentes en la grada y se desconectaron totalmente, perdiendo la posición, el saber estar y dos de los tres puntos que tenían prácticamente conseguidos.
El once inicial conformado por Antonio Garrido fue el siguiente:
Gaspar, Dani Tapiador, Marco, Iván Sánchez, David Rodríguez Rey, Javichu, Tomás Ruiz, Jorge García, Treviño, Ilías y Afro.
Desde el comienzo los chicos de Malagón intuyeron que iba a ser difícil sacar algo positivo en Santa Cruz, porque desde la grada se animaba con “demasiada pasión” y con frases que no venían a cuento para comenzar un partido de fútbol de juveniles.
Repetimos que, afortunadamente, los jugadores del Santa Cruz de Mudela tuvieron un comportamiento modélico, amoldando su comportamiento a jugar un partido de fútbol y disfrutar de las emociones que traslada este deporte y olvidando los “consejos agresivos” de una parte del público hacia nuestros jugadores.
La primera acometida fue local fue en la portería de Gaspar tras una mano de Marco que forzó una falta que se sacó sin consecuencias.
Desde los inicios el partido fue muy disputado por ambos contendientes, El Santa Cruz tiene cuatro o cinco jugadores muy buenos y muy veteranos que saben lo que hacer con el balón y saben jugar a alto nivel, con lo cual si nos ceñimos a lo estrictamente deportivo, fue bonito el enfrentamiento aunque todo se empañó por los incidentes anteriormente comentados.
Tomás y Javichu se querían hacer los dueños del partido y comenzaron a buscar balones, quedándose con el control del balón y creando las primeras oportunidades para nuestro Teresiano.
Así, en el minuto 13 una internada de Tomás acabó con un pase en profundidad que se paseó por la portería de Alejandro Nieto creando zozobra al guardameta pero sin sensación real de gol.
En el minuto 23 Ilías, que tuvo que soportar insultos durante todo el partido y que se comportó de manera ejemplar, se internó por la banda y lanzó a puerta obligando a una buena parada del portero.
Eran nuestros mejores momentos
Tuvimos ocasiones con Ilías, Trevi y Tomás, pero no supimos materializar.
En el minuto 35 una salida a destiempo de nuestro Gaspar acabó con amonestación a nuestro portero y dio lugar a uno de los episodios más desagradables de los últimos tiempos con algunos espectadores amenazando a un chiquillo de apenas 17 años.
Lamentablemente estos incidentes iban haciendo mella en nuestros jugadores, que lógicamente se comenzaban a descentrar, perdiendo el ritmo que habían ganado con el paso de los minutos.
Con el cero a cero se llegó al final de los primeros cuarenta y cinco minutos.
La Unión Deportiva Santa Cruz incrementó el ritmo en los primeros minutos de la segunda parte y una pared entre Sergio de la Rubie e Ismael provocó un disparo del primero que atajó sin problemas Gaspar.
El partido se iba calentando, más que por los jugadores por los gritos de la grada sobre todo contra Ilías que tuvo que aguantar improperios de todo tipo.
En el minuto 67 Javichu, uno de los jugadores destacados del partido pasó a Tomás Ruiz que fue el mejor del mismo, Tomás realizó una gran pared con Ilías que terminó con un gran pase de la muerte de Tomás que nuestro pichichi finalizó con eficiencia, Era el 0-1
Con la consecución del gol nosotros nos echamos un pasito atrás y ellos apretaban con mucha fuerza, arrinconándonos en nuestra área y generando la lógica euforia de un equipo que quiere remontar, pero nosotros salíamos en unas contras muy peligrosas que estuvieron a punto de elevar el segundo al marcador.
Fue entonces en el minuto 78 cuando se produjo un desagradable altercado entre los que habían estado todo el partido increpando a nuestros juveniles y aficionados de Malagón que, lógicamente, se cansaron de escuchar insultos y amenazas durante todo el partido.
Se formó tal tumulto en la grada que el partido tuvo que ser suspendido durante unos minutos hasta que llegó la Guardia Civil.
Este parón consiguió que nuestros jugadores entrasen en un estado de nervios constante desde ese momento hasta el final del partido. El parón nos había perjudicado notablemente, ya que tras el gol y las contras el partido se había igualado en cuanto al dominio.
Pero el altercado nos había frenado a nosotros y la UD Santa Cruz lo aprovechó, ya que con el tiempo cumplido y en una jugada muy embarullada, tras dos o tres corners en contra se produjo en el minuto 96 el gol local 1-1. Javier Asenjo había empatado un partido que ellos buscaron empatar y que nosotros no supimos defender.
No queremos dar la sensación de que lo que hemos contado sirve para justificar el empate, porque no es ninguna excusa, pero es algo que no se debería repetir.
Sea como fuere los jugadores de ambos equipos nos dieron una lección de vida, porque cuando terminó el partido todos se saludaron deportivamente, siendo ajenos a los que había ocurrido y dedicándose a fomentar el deporte en su más alta expresión.
Así debería ser y así fue, los jugadores jugando a fútbol y solo eso y los otros , los que no supieron tener ni la más mínima educación quedándose en sus casas para no estropear más al deporte.
¡Vamos Teresiano!




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